Buenos días, como lo prometido es
deuda aquí tenéis el post del crucero.
En marzo nos casamos (el día 5), y nos
toco hacer el viaje 22 días después de la boda porque no habían
circuitos tan pronto. Como viaje teníamos otra idea de hecho lo
reservamos y todo, a falta de 15 días de la boda nos avisan que se
cancela pues no había bastante gente para hacer el viaje, nuestra
idea era hacer un circuito por Italia. Así que corriendo busca otra
opción y por fechas solo nos cuadraba un crucero. La verdad al
principio me lleve un disgusto muy grande, pero después ha sido lo
mejor que nos podía pasar.
El viaje lo tramitamos con la agencia
de viajes Nautalia.
El crucero lo cogimos en Barcelona
(aunque somos de Castellón nos salia mejor de precio salir desde
Barcelona que de Valencia) el 28 de marzo y duro hasta el 04 de
abril.
Fuimos con Costa Cruceros, nuestro
barco era el Toscana, que tenía solo un año, estaba todo nuevo e
impecable.
El camarote lo elegimos con ventana,
aunque su coste era mayor que sin ella, pero yo solo de pensar que
estaba todo cerrado me agobiaba. Era bastante espacioso y teníamos
todas las comodidades.
Dato curioso, el precio de salir de
Barcelona con camarote de ventana, incluyendo el tren y la noche de
hotel, nos salia más económico que salir desde Valencia y con
camarote sin ventana, cerrado.
El barco de 17 cubiertas
también cuenta con 19 bares y salones, 11 restaurantes, 13 piscinas
y jacuzzis cubiertos y al aire libre, un parque acuático con
toboganes (que estaba cerrado por que era marzo), un gimnasio, un spa
con sauna, una sala de juegos, área de tiendas, zonas de juegos y
actividades para niños. También contaba con tres digamos teatros
donde hacían espectáculos, incluso a veces funcionaban los tres a
la vez y podías elegir que ir a ver. No te podías aburrir.
Nada más embarcas te dan
una tarjeta personalizada y le tienes que asociar una tarjeta (VISA)
pues en el barco no se paga nada ni con dinero ni con tarjeta, tienes
que ir siempre con esa tarjeta, para cualquier compra o bien si vas a
comer o tomar algo (aunque lo tengas todo incluido), y el día
anterior a desembarcar tienes que pagar todo lo consumido o comprado.
Tu ibas a cualquier
cafetería o bar, y con tu móvil que anteriormente ya te has bajado
la app de costa cruceros y leías con un QR la carta y cuando pedías
algo para tomar te piden tu tarjeta y la pasan por un lector, da
igual que lo tengáis todo incluido, la tarjeta siempre la leen.
Allí tomamos todo el café
que queríamos (por cierto muy rico), también mojitos, y toda clase
bebidas, normalmente te lo solían acompañar de frutos secos.
Una cosa muy curiosa y a
la vez que me incomodaba un poco. Allí tu pides azúcar, o sacarina
y viene el camarero con el azucarero y te pregunta cuantas
cucharadas o sacarina quieres y te lo pone él, no tiene sobres
individuales, eso esta muy bien porque así se hacen menos residuos,
pero resulta un poco incomodo.
Una anécdota, un día
para desayunar me hicieron huevos revueltos y le pedí sal al
camarero, yo pensaba que me dejaría el salero, pues no, me puso él
la sal, creo que ya eso es algo más personal, no volví a pedir más
sal nunca.
El tema de las comidas
estaba muy bien, para comer podías ir al restaurante que te gustará
y para cenar si que teníamos un restaurante, mesa y un horario.
Yo no puedo tomar gluten
así que cada vez que iba a un restaurante les tenia que decir
glutenfree, si en inglés pues muy pocos hablaban español.
Me traían un menú en
papel de todo lo que tenían sin gluten para ese día y tu escogías
lo que te gustará. El tema del gluten lo tenían muy controlado,
allí he comido de maravilla y el servicio excelente, una de las
cosas que comí y que me encanto, incluso a mi marido, fue la pizza
margarita que veis en la foto, estaba espectacular, la masa
increíble, la mejor pizza sin gluten que he comido.
Vamos con el tema de las
excursiones. Nosotros llevamos un pack en el cual podías elegir tres
excursiones, de las cuales solo una podía ser el día entero, las
otras dos solo medio día.
Hasta abril, estaban con
el tema de que no se podía bajar del barco sin excursiones, tenia
que ser una especie de grupo burbuja, por lo del covid.
La primera excursión nos
llevaron a Cefalú, solo nos enseñaron una iglesia, para llegar allí
estuvimos como 45 minutos en autobús, si lo se no voy, después por
el tema del covid, solo podíamos ir una tienda de sovenirs porque se
supone que ellos si estaban vacunados, en las demás tiendas como no
se sabia no podías ir. No vale la pena hacer esta excursión.
La segunda excursión fue
a Roma. Y fue el 1 de abril, ya no había grupo burbuja, pero nadie
nos lo dijo. Para llegar a Roma en bus desde el puerto creo recordar
que fueron casi dos horas. Llegamos nos llevan a la Fontana Di Trevi
y nos dicen tenéis una hora y media, para ver lo que queráis y para
comer, a tal hora nos vemos aquí.
Que me estas contando, si
ponía que la comida la teníamos contratada pero se pagaba a parte.
En el barco me toco avisar a las excursiones que era celiaca para que
lo tengan en cuenta y ahora me dices que nos busquemos la vida con
menos de dos horas. Me quede de piedra, así que vimos la fuente,
vimos varias cosas más y buscamos restaurantes glutenfree y no
encontramos nada, mi marido pillo un trozo de pizza y comió y yo
tuve la suerte de encontrar una heladería glutenfree y me tome un
helado. Si a mi me dicen que nos tenemos que buscar la vida, yo me la
busco y ya voy con sitios buscados donde pueda comer.
Luego seguimos con Roma,
nos recogen en la fuente y nos llevan al Vaticano, señores tenéis
media hora para verlo, que dices si la cola para entrar seria de una
hora. Así que solo nos dio tiempo a dar una vuelta por la plaza y
hacer unas fotos y comprar algo, pero todo muy rápido.
Queremos volver a Roma
pero en condiciones y poder verla con más tranquilidad y
restaurantes buscados.
La última excursión fue
a Marsella, la mejor de todas, la chica que nos llevaba nos lo
explico todo muy bien, dimos una vuelta por el centro histórico,
quede maravillada y luego ya nos dio tiempo libre para lo que
quisiéramos, allí fue donde cargamos con el arsenal de jabones.
Creo que en las
excursiones pincho un poco Costa Cruceros, en este tema deben
mejorar.
El crucero ha sido una
gran experiencia, disfrutamos mucho y mi marido quiere repetir.
El último día nos
dijeron que nos mandarían una encuesta, que la respondamos que era
muy importante para ellos, que podíamos nombrar a los trabajadores
que nos hicieron la estancia más agradable y nos ayudaron así que
aquí va mi pequeña aportación.
Darle las gracias a Jezel
de Filipinas que estaba de camarera en el punte 6 del Coliseum, ella
ya sabía de que forma me gustaba el café.
Judith de Filipinas, era
quien nos servia la mesa 661 en el restaurante Maremma en las cenas.
Una chica encantadora y muy servicial. Nos hicimos una foto con ella.
Henry de Colombia que era
el metre del restaurante Argentario siempre tan atento y simpático.
Y por último pero no
menos importante a Manny de Filipinas, que era quien nos limpiaba el
camarote y siempre nos dejaba un muñequito muy gracioso realizado
con las toallas.
Pues hasta aquí llega mi
post de la luna de miel, espero que os haya resultado interesante y
perdón por la tardanza.
Nos leemos muy pronto en
un próximo post.