Buenos días, faltan una semanas para
mi cumpleaños, ufff cumplo 47 años, me asusta el número y es que
el tiempo ha pasado muy rápido.
Hoy os traigo una reflexión, estoy en
el pueblo ahora mismo, con tormenta y mucha lluvia, el sonido de la
lluvia me ha dado ganas de escribir.
Lo que comentaba anteriormente, que ha
pasado el tiempo muy deprisa.
Mi vida al igual que la de todo el
mundo cambio, fue un antes y un después de la pandemia. Ahí aprendí
a estar sola, estuve enferma pues pille el covid (los primeros 20
días me los pase de la cama al sofá, pues tenia mucha fiebre, me
costaba mucho respirar, pero tampoco tenia fuerzas para coger el
coche e ir al hospital y con mucha pena y dolor pues mis padres
también estaban igual y yo no podía ir a ayudarlos) y me toco salir
adelante sin la ayuda de nadie, pues mi pareja le pillo en otra
ciudad y no nos pudimos ver hasta que nos dieron permiso las
autoridades. Me hice más fuerte, valiente y ver las cosas de forma
diferente y valorar más a las personas, los pequeños detalles y una
sonrisa. Aprendimos a solo vernos los ojos y comunicarnos con ellos.
Fuimos con mascarilla durante casi dos años, de hecho yo me case con
ella puesta, pues aún estábamos con las restinciones. Todo fue un
antes y un después.

Dos años después nos llego la Dana,
que se llevo muchas vidas por delante y nos dejo un paisaje
desolador. Ahí salimos todos a la calle, a ayudar. Toda España y
parte del extranjero vinieron a ayudarnos a nosotros los valencianos.
Fueron momentos muy duros. Se salió de esta como mejor se pudo,
aunque dejaran muchas secuelas y a día de hoy hay mucha gente que
aún no ha podido volver a sus casas. Muchas gracias a todos por
vuestra ayuda.
Hace una semana, nos llego el apagón a
toda España y a Portugal. Parecía que solo sería cuestión de unos
minutos, pero la incertidumbre empezó a salir, el estar
incomunicados el no saber lo que esta pasando. En algunos sitios han
estado mas de 24h sin luz.
Nosotros veníamos de viaje, pero ya
nos pillo en casa, que vulnerables somos sin la luz. Se fue a las 12h
de la mañana y nos volvió a las 18h, en mi misma ciudad a algunos
les llego pasadas las 00:30h.
Me quede sin cobertura de móvil y no
me volvió hasta las 8h de la mañana del día siguiente, que eso es
lo de menos, pero preocupada por mi familia por no saber como
estaban, por si necesitaban algo, no les podía llamar, no funcionaba
nada, la verdad que lo pase peor que en la pandemia, la
incomunicación es lo peor que he llevado.
Después de Pascua, fallece el Papa
Francisco, no es que yo sea muy religiosa, pero me dio mucha pena,
pues a mi parecer ha sido un buen Papa, que sea preocupado mucho por
los más desfavorecidos.
Por cierto ayer salió fumata blanca, ya
tenemos nuevo Papa.
Siento mucho todo este rollo que os he
soltado, me puse a recordar y como dice la canción de Celtas Cortos,
me entro la melancolía y te tenía que hablar. La vida pasa muy
deprisa y están pasando muchas cosas y me esta costando asimilarlas,
ya que algunas de ellas parecen sacadas de una película catastrófica
o de miedo.
Somos una generación que en poco
tiempo ha vivido muchas cosas y algunas de ellas no muy buenas.
Siempre hay que encontrar la parte
positiva a las cosas, que a veces cuesta mucho pero la hay.
No se si este escrito vera la luz, o
se quedará guardado en un cajón.
Si me animo a publicarlo lo haré el
día de mi cumpleaños, el 31 de mayo, que espero celebrarlo con mi
familia.
Si has llegado hasta aquí muchas
gracias, porque menuda chapa que os he soltado, te mereces un premio.
Nos leemos muy pronto en un próximo
post.